jueves, 1 de mayo de 2014

"Y si me salieran alas podría volar, pero a la gente no le salen alas. ¿Real o no?"

Sinsajo
Mockingjay
Suzanne Collins
2010







Llegamos a la recta final de la historia de la chica en llamas y de Panem, la tierra en la que gobierna el capitolio, ese organismo frío y despiadado, que para mantener el orden y supremacía creó los Juegos del hambre.

Aunque el libro, en cuanto a la dinámica de la historia, es mucho más activo que el segundo, considero que utilizó el mismo recurso muchas veces, y que pudo explotar más la historia, lo siento un tanto apresurado, se percibe la impaciencia de la escritora por llegar al clímax de la historia.

Percibo demasiado detalle en las partes de relleno, y falta del mismo en las escenas importantes, el mismo recurso redundante utilizado en los tres libros, nos hace percibir la intención deliberada de su editorial de alargar la historia lo suficiente para hacer una trilogía, por ende ganar más dinero, y así matar al arte. Desde luego no voy a objetar la narrativa, que es perfecta para los lectores jóvenes, sin embargo, no es justificación para las fallas literarias que presenta al abusar del mismo recurso una y otra vez.

Sin embargo, a pesar de todos estos bemoles, nos encontramos con la culminación cruda, dolorosa y conmovedora de esta historia.

No supera al primer libro, pero nos compensa un poco lo que nos quedó a deber en el segundo, es mucho más maduro y oscuro, por ende más realista. 

Al terminarlo, nos deja el desamparo que nos dejan los buenos libros cuando estos se terminan, y con eso concluímos que la historia en esencia vale la pena.




 Gabriela Amezcua 2014

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