jueves, 30 de enero de 2014

"Tus sueños son dulces y se harán realidad y mi amor por tí aquí perdurará"

Los Juegos Del Hambre
The Hunger Games
Suzanne Collins
2008



Suelo ser muy poco aficionada o entusiasta de la literatura comercial, salvo contadas excepciones. Confieso que tuve mis reservas con respecto a Los Juegos del Hambre, ya que después de fiascos pavorosos como 50 sombras de Grey (del que no pude pasar más de la página 100 de lo pésimo que es), mi fe en la literatura comercial estaba casi perdida.

Como todo, la fe siempre se salva, y maravillosa sorpresa me he llevado al leer el primer libro de esta saga: "Los Juegos del Hambre". 

Nos identifica con lo populares que hoy en día son los Reality Shows, en los que quedan expuestos toda la vulnerabilidad del humano, porque no nos gustan las actuaciones tanto como ver en tiempo real que existen personas que sienten igual a nosotros, una especie de pornografía emocional que nos satisface.

Una visión apocalíptica, que nos hace encarar esa naturaleza cruel y morbosa que reside en el ser humano, que la mayoría tenemos el pudor de ocultarla, y sin embargo, si nos fuera lícito la haríamos aflorar.

En este libro, la autora nos muestra los límites inimaginables a los que podría llegar esa afición, a ese voyeourismo extremo, en el que ver morir, sufrir, llorar a otro ser humano, es todo un evento.

La historia está prolijamente redactada, no es de profundidades intelectuales ni siquiera filosóficas, es clara, sencilla, y al mismo tiempo tan honesta, que nos lleva a meditar las circunstancias que la historia nos presenta.

La juventud doblegada a exponerse a ese circo macabro, el matar para vivir, el sobrevivir las inclementes pruebas de aquellos que manejan ese morboso proyecto, y en medio de toda aquella crueldad brilla una flama cálida, ese instinto de hermandad, de amor humano que también reside en el hombre, y combinados, la juventud, el miedo, el amor, la nobleza, y el instinto de supervivencia hacen que la historia se convierta en la de cada uno de nosotros.

Adictivo, emocionante, emotivo, con una dosis de romanticismo carente de cursilería, lo cual se agradece infinítamente, "Los juegos del hambre" provocan lo que todo buen libro debe provocar, ansias de devorarlo y desvelarse hasta terminarlo

Áltamente recomendable, y sin desperdicio, no puedo esperar para continuar con el siguiente libro de la saga.

Gabriela Amezcua 2014

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