J.R.R Tolkien
1925/ 1998
Tal vez porque mi previa lectura fue tan dramática (ver entrada anterior), que necesitaba un poco de magia. Y quién mejor que el gran Tolkien para ofrecérmela, por eso me animé a leer Roverandom.
Este es un cuento sobre un perrito pequeño negro con blanco, que un mal día, o tal vez buen día, muerde a un brujo y recibe de este un hechizo que lo hace conocer la luna y el fondo del mar.
En medio de este mundo de fantasía, Tolkien es el verdadero mago, y nos convierte en niños a su lado, mostrándonos lo dulce que es la amistad y la ternura de los animales, cómo los sueños se hacen realidad si el deseo del corazón es sincero y puro.
Rover, el pequeño perrito se convierte en nuestro entrañable amigo, tal como lo fuera el perrito de juguete que el hijo de Tolkien perdiera cuando era niño, y para cuyo consuelo de la pérdida, su padre ideó esta bella historia.
A veces hay que leer los cuentos para niños y así recordar aquella esencia de dulzura e inocencia que el paso del tiempo arrasa en nuestras vidas.
Roverandom, un dulce tentempié literario, cortesía del enormísimo Tolkien.
Gabriela Amezcua 2015
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